Las mismas células de nuestro sistema inmune que el VIH elige para infectarnos son, paradójicamente, las más agresivas a la hora de atacar y matar al VIH en las primeras fases de la infección. Según un pequeño estudio realizado en personas con VIH, las células T CD4, las favoritas del VIH para extenderse por el organismo, son las que más trabajan para controlar la infección desde el primer momento y, según este trabajo, publicado en Science Translational Medicine, parece que sientan las bases del curso de la infección.
Por eso, los autores de este trabajo, del Instituto Ragon del Hospital General de Massachusetts (EE.UU.), sugieren que medir la robustez de las respuestas de las células T CD4 durante la infección aguda por VIH podría ser una forma de medir la velocidad de progresión de la enfermedad y, es posible que tenga implicaciones para el diseño de vacunas contra el VIH.
Las células T o linfocitos T CD4 + son fundamentales para el desarrollo de la respuesta inmune a la infección. Estas células son el objetivo principal del VIH, y su pérdida limita gravemente la capacidad de respuesta del organismo a las infecciones. Se sabe que la capacidad del sistema inmunitario a montar una respuesta específica contra el VIH es un factor clave en el posterior curso de la enfermedad.
La función principal de las células T CD4 es ayudar a otras células del sistema inmune; para ilustrar su importancia basta decir que, cuando estás células, las principales dianas del VIH, son destruidas, la respuesta inmune queda totalmente colapsada. Irónicamente, las células CD4 que están específicamente dirigidas contra el VIH son las primeras en ser infectadas y eliminadas por el virus.
Poco investigadas. A pesar de su importancia, de poder tener un papel importante en el control de la infección por VIH, las células CD4 no han sido un foco importante de investigación en el campo de las vacunas. “Cada vacuna que ha logrado cierto éxito ha inducido respuestas de células T CD4, en cierta medida, y sabemos por muchas otras infecciones virales que el éxito de una respuesta del sistema inmune se obtiene mejor en presencia de las células CD4″, explica Hendrik Streeck, autor del trabajo.
Para investigar si la respuestas de células T CD4 son importantes en el control temprano de la infección por el VIH, el equipo del Instituto Ragon analizó a un reducido grupo de 11 pacientes VIH positivos casi inmediatamente después de que se infectaran. Observó que los individuos más capaces de controlar el virus tenían cantidades más altas de células CD4 específicas para el VIH, en comparación con aquellas personas que son incapaces de mantener al virus bajo control
Al analizar más detalladamente esta situación, el equipo descubrió que algunas de estas células CD4 específicas para el VIH eran tremendamente activas a la hora de reconocer y eliminar al VIH, aplastando la replicación del virus inmediatamente después de la infección. Además, han visto que la presencia de una proteína en estas células CD4 T, la granzima, puede jugar un papel importante en el retraso de la progresión de la infección.
Nueva York – (ABC)/ Queens & Kings