Mientras en unas zonas se producen avances en materia de derechos LGBT, en otros países parece que se resisten a esos avances. Y este es el caso de Bolivia, un país presidido por Evo Morales, el mismo que hace un tiempo afirmó sin que le temblara el pulso que los gays somos gays por comer pollos transgénicos. En La Paz, la ciudad más importante del país, el 61% de sus habitantes rechazan las uniones gays.
O al menos, ese es el porcentaje de personas que han respondido en una encuesta a la pregunta de si debía reconocerse legalmente las uniones entre personas del mismo sexo. La encuesta, realizada a 417 personas, ha arrojado unos resultados más que preocupantes.
Según la encuesta, el 61% de los encuestados se ha mostrado totalmente contrario a la legalización de este tipo de uniones, frente a un exiguo 32% que sí que apoya la legalización, y un 7% que no se pronuncia al respecto. Y entre las razones para oponerse a las uniones gays, el 29% cree que son inmorales, mientras que un 19% dice que “no es lo que Dios manda”, y un 4% cree que el matrimonio tiene como fin único la procreación.
En el lado contrario, el de los que se muestran a favor de nuestros derechos, el 20% cree que los gays bolivianos tienen postestad para pedir la legalización, un 7% afirma que deben tener libertad para unierse, y un 6% dice que no deben existir barreras para el amor entre dos personas.
La encuesta llega en un momento en el que la Asamblea Legislativa boliviana estudia un proyectopara legalizar las uniones civiles gays que será debatido este mismo año. Y lo más preocupante de la encuesta es que el mayor porcentaje de rechazo se encuentra entre los grupos de edad más mayores, y los más jóvenes, mientras que el tramo de edad entre los 35 y los 45 años es el que más aceptación tienen las uniones gays.
La razón Bolivia/Queens & Kings