El laboratorio argentino Gador, con presencia en varios países de América Latina, inició sus operaciones en Chile trayendo una innovadora terapia para el VIH/SIDA.
Se conoce mundialmente como Atripla, medicamento que reduce a sólo una tableta al día la terapia de tres fármacos para el tratamiento de la enfermedad, los más recomendados por las guías científicas internacionales y los expertos en la enfermedad.
Esta compañía farmacéutica argentina es desde hace casi dos décadas la representante en la región de laboratorio Gilead Sciences, líder mundial en el área de la infectología y primer creador -entre otras drogas- del tamiflú para la gripe H1N1. Posteriormente desarrolló Truvada, optimizando el tratamiento del SIDA al aportar dos de las tres drogas de la triterapia, lo que rápidamente logró la adhesión de los especialistas convirtiéndose antes de Atripla en la más prescrita.
Atripla conjuga tres drogas: efavirenz, emtricitabina y tenofovir, que son las más recomendadas hoy por las guías científicas internacionales para el tratamiento antirretroviral del SIDA. Estos medicamentos fundamentalmente bloquean una enzima, que cambia el material genético del VIH a ADN, cambio que debe ocurrir antes de que el código genético del virus se inserte dentro del código genético de una célula infectada, según afirman los especialistas.
Mayor efectividad y menos efectos secundarios
Señalan que por esa razón es que, la terapia temprana, se torna fundamental la administración del tratamiento. Truvada, que lo conforma dos de sus compuestos, recientemente fue propuesta también como el primer tratamiento preventivo o profiláctico pre exposición para disminuir la posibilidad de contagio. Asimismo está recomendada para el tratamiento de pacientes con coinfección de Hepatitis B, ya que ambas enfermedades comparten las formas de contagio y, en un número significativo de casos, se desarrollan en forma conjunta.
Atripla fue presentada al mundo médico chileno en el simposio “Últimas evidencias científicas sobre la infectología”, donde expusieron los doctores y académicos Carlos Pérez, Jefe de Programa de Enfermedades Infecciosas de la Universidad Católica; Carlos Beltrán, jefe de Infectología del Hospital Barros Luco; Alejandro Afani, jefe del Centro de VIH del Hospital Clínico de la Universidad de Chile; e Isabel Casetti, académica e investigadora argentina, y Directora Médica de Helios Salud, uno de los centros más prestigiado y especialistas en el tratamiento del VIH de la vecina nación.
La experta trasandina, quien profundizó en los estudios clínicos de las tres moléculas de Atripla, señaló que sus principales beneficios son aumentar la adherencia de los pacientes al tratamiento con un solo comprimido una vez al día, al tiempo que reduce los efectos secundarios de las antiguas drogas, siendo más eficiente y efectiva que éstas.
Administración precoz
También hizo hincapié en la importancia de administrar precozmente esta triterapia, puesto que el Sida es provocado por un virus que muta con mucha facilidad, pudiendo generar -mientras avanza- resistencia a una droga, por lo que la triterapia permite una mejor seguridad de control.
“Atripla se enmarca en los desafíos buscados por los tratamientos modernos que, además de la efectividad, logran simpleza y facilidad para la ingesta, al tiempo que menores efectos adversos para proporcionar una mejor calidad de vida a los pacientes”, indicó la infectóloga.
En Chile existen alrededor de 20 mil personas diagnosticadas con SIDA, pero se estima que los portadores del VIH pueden llegar a 50 mil, por lo que médicos y autoridades se empeñan en un diagnóstico lo más precoz posible.
Chile cuenta con una ley específica que garantiza el tratamiento gratuito de todos los pacientes del sistema público y un copago en la cobertura Isapre, de acuerdo a un protocolo definido.
Gracias a los avances farmacológicos, el SIDA, de “enfermedad mortal” se ha transformado en una patología crónica con la cual se puede vivir muchos años tomando medicamentos en forma permanente.
Queens & Kings
