Los jóvenes de 24 y 31 años se encontraban bailando, hasta que uno de los empleados de seguridad los separó y les pidió que dejen de hacerlo.
El polémico hecho ocurrió en un bar ubicado en Urquiza al 1800, en Rosario, cuando Ariel y Oscar se encontraban con un grupo de amigos tras el festejo de un cumpleaños, según las declaraciones realizadas por Ariel, de 31 años, a Radio 2.