El crucero navega bajo bandera holandesa, se llama Nieuw Amsterdam, y viaja con 1.564 pasajeros a bordo. De ellos, el 95% son hombres, y la inmensa mayoría son gays. Un detalle que no ha debido gustar al gobieno marroquí que ha denegado el atraque, pese a que estaba programado desde hace meses. Y al final, el barco ha tenido que hacer escala en Málaga.
El ministro de Turismo marroquí, Lahcen Haddad, desmintió la negativa al atraque del crucero, ya que afirmó que el turismo es una fuente de recursos para su país, y jamás preguntan por la orientación sexual de los turistas que les visitan. Pero parece ser que pese a las palabras del ministro de Turismo, el responsable de la prohibición fue un compañero suyo de gabinete, concretamente, el ministro de Interior, Mohad Laenser.
Según informa el diario El País, una vez en tierra, los pasajeros del barco tenían previsto visitar la Gran Mezquita de Casablanca, una visita que podía acabar con protestas entre los sectores islamistas, lo que llevó al titular de Interior a prohibir el atraque del barco en la ciudad.
No es la primera vez que se enfrentan varios ministros del gobierno, ya que aunque estén en el mismo ejecutivo, los ministros proceden de partidos distintos con visiones totalmente distintas del país. Por ejemplo, en marzo pasado, el ministro de Justicia, habló de Marraquech como una ciudad en la que “gentes de todo el mundo acuden para pasar mucho tiempo cometiendo pecados y alejándose de Dios”. Unas declaraciones que provocaron la reacción del ministro de Turismo, ya que Marraquech es la ciudad que más turistas recibe de todo el país, y muchos de ellos son gays.
También esta división se ha podido ver en los periódicos marroquíes, ya que mientras algunos señalan que es un contrasentido tener una legislación que pena la homosexualidad y dejar desembarcar a cientos de turistas gays de golpe, otros señalaban que muchos visitantes de la ciudad más turística del país, Marraquech, son gays.
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