Gays y lesbianas protestaron ayer besándose frente a los locales de comida rápida Chick-fil- A a lo largo de todo Estados Unidos, debido a la oposición de la cadena al matrimonio entre homosexuales. La postura de la firma sobre el casamiento entre parejas del mismo sexo es parte del debate del momento en Estados Unidos: desde que el presidente y candidato a la reelección, Barack Obama, se pronunció a favor, el tema se convirtió en el eje de la campaña presidencial.
A través de las redes sociales, los organizadores convocaron a la gran “besada” masiva frente las 1600 sucursales de este restaurante de pollo que contribuye con organizaciones cristianas opuestas al matrimonio gay.
“No es que estemos en contra de la libertad de culto o la libertad de expresión –dijo Bryan McIlroy, un diseñador de 35 años, mientras sostenía un cartel que decía “Apoyen el amor, no el odio” frente a la entrada de un Chick-fil-A en Hollywood–, sino que estoy aquí porque soy gay y no me parece que esté bien apoyar ninguna clase de odio.”
Chick-fil-A, una empresa familiar asentada en el sur de Estados Unidos, es tan conocida por sus estrictos valores cristianos (nunca abre los domingos) como por sus especialidades en pollo.
“Jesucristo comía pescado”, decía un cartel sostenido por uno de los manifestantes, que sumaban una decena en este local en particular. La firma está bajo fuego porque activistas de derechos de los homosexuales aseguraron, citando registros de impuestos, que el restaurante donó millones de dólares a grupos conservadores ultracristianos, que hacen campaña contra el matrimonio homosexual.
“Que gasten tanto dinero en una campaña que busca quitarle a otras personas sus derechos civiles sobre asuntos que no les afectan no es otra cosa que miedo e intolerancia”, dijo uno de los manifestantes, Steve Lanasa, un artista de 40 años.
En la protesta participaba un joven disfrazado de Jesucristo, portando una cruz de madera, una túnica blanca, cabello largo y una corona de espinas. El hombre, que se identificó como “Jesús, de 33 años”, dijo, solemne: “Estoy aquí para divulgar la palabra de que Dios nos ama a todos, sin importar si eres gay, hetero, blanco o negro”.
El presidente de Chick-fil-A, Dan Cathy, dijo a una publicación bautista que Estados Unidos está “invitando al juicio de Dios” al reconocer los matrimonios del mismo sexo. En un comunicado el viernes, la cadena emitió un mensaje para decir que aprecia “a todos los consumidores”.
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